Unas 200 personas protagonizaron este domingo una protesta frente al country San Isidro, de la localidad de Villa Allende, en repudio por el maltrato que recibió un perro en el interior de ese barrio cerrado a manos de un supuesto veterinario.

El hecho, que ya está bajo investigación judicial, habría ocurrido en febrero pero las imágenes de un video en el que un hombre golpea brutalmente y deja inmovilizado a un perro se viralizaron días atrás. Hasta el día de hoy no se sabe si el animal sobrevivió a los golpes.

El maltratador sería Hermes Moreyra, ya denunciado en 2022 por ejercicio ilegal de la medicina veterinaria, quien poseía un negocio de ese rubro con el nombre “Caminos” ubicada en avenida Alto Perú, en Villa Allende.

La fiscal Liliana Copello, quien lleva adelante la causa, ya imputó al falso veterinario, quien es hermano del intendente de Ucacha, Ariel Moreyra.

La movilización de este domingo por la tarde se realizó en la rotonda de acceso al country, donde los manifestantes portaron carteles con la leyenda “asesino” y pidieron que se haga justicia con el agresor del perro.

Muchos de los participantes eran vecinos del propio barrio cerrado, aunque se hicieron presentes vecinos de otros sectores de Villa Allende y la ciudad de Córdoba, conmocionados por el ataque al animal.

Varios de ellos estuvieron acompañados de sus hijos y también por sus mascotas.

Comunicado del country

Previamente, desde el Directorio del country San Isidro manifestaron su “plena adhesión al reclamo de justicia y a la realización de la manifestación”, al tiempo que aseguraron que continúan “colaborando asiduamente con la causa judicial”.

“Avanzaremos hasta las últimas consecuencias a los fines del esclarecimiento y condena del responsable de las agresiones investigadas, como asimismo de quien/es ocultaron información relevante a las autoridades del barrio, especialmente de aquellas quepuedan configurar conductas punibles”, señalaron a través de un comunicado.Al mismo tiempo, lamentaron “los ataques y amenazas inferidas a miembros (e incluso a sus familiares) del Directorio, la Gerencia y personal del barrio, ajenos a los hechos denunciados”.

El jueves de la semana pasada, la fiscal Copello había ordenado el allanamiento de la veterinaria que administraba Moreyra, lugar del cual se secuestraron diversos elementos relacionados con la causa. Trascendió que la situación del imputado podría agravarse en la Justicia si también se lo imputa por la utilización de una matrícula que no le pertenecía.El propio Colegio Veterinario de Córdoba denunció a Moreyra en varias oportunidades por ejercicio ilegal de la medicina veterinaria.

“Moreyra tiene muchas denuncias en fiscalización por ejercicio ilegal de la profesión. El Colegio actuó en todas las instancias en tiempo y forma, pero lamentablemente fallaron los que tenían que controlar y por eso se llegó a esta instancia. Nunca se les clausuró el lugar, este hombre no es veterinario”, dijo la semana pasada Natalia Elstner, presidenta del Colegio Veterinario de Córdoba.

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