El presidente Javier Milei, fue recibido con gritos de rechazo por parte de vecinos afectados por las recientes inundaciones en Bahía Blanca, durante una visita sorpresa que realizó este miércoles a la ciudad.
Los habitantes, frustrados por la tardía respuesta del Gobierno nacional ante la tragedia, reprocharon al mandatario con consignas como “¡Caretas!”, “¡Vienen para la foto!” y “¡Tomate el palo!”. 
La visita de Milei se produjo cinco días después de que un violento temporal azotara la región, dejando al menos 16 muertos y graves daños materiales.
El presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; y los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri. Según fuentes de la Casa Rosada, el viaje no fue anunciado previamente para evitar que se interpretara como un acto político, y se realizó sin fotógrafo ni equipo de comunicación oficial. 
Los vecinos criticaron la falta de una respuesta rápida y efectiva por parte del Gobierno nacional. Durante el recorrido, Milei y su comitiva visitaron el Centro de Monitoreo, donde se coordinan las acciones de las fuerzas de seguridad y defensa, y una zona aledaña a un arroyo afectada por los destrozos.
En las afueras del Centro de Monitoreo muchos residentes expresaron su descontento por la gestión del Gobierno lanzando consignas como “¡Vení a escuchar a los vecinos en vez de buscar la fotito!”.
La ayuda económica anunciada por el Gobierno nacional para Bahía Blanca asciende a 10.000 millones de pesos, una cifra que contrasta con los 273.000 millones de pesos que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, destinó para la reconstrucción de la zona. Esta diferencia ha sido señalada por la oposición, que acusa a Milei de desvincularse emocionalmente de la tragedia. 
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue una de las voces más críticas, reprochándole al mandatario su “desconexión emocional con los que sufren”, además, señaló que en un solo día el Gobierno utilizó más de la mitad de los fondos necesarios para la reconstrucción de Bahía Blanca para sostener el tipo de cambio.